Hasta ahora, quien trabajaba desde casa lo hacía por decisión propia. Quizás no había trabajos de oficina cerca lo suficiente, tal vez prefería organizarse sus horas de trabajo de forma no tradicional.
En su gran mayoría la razón era más simple: ya nos iba bien guardar la energía social para momentos y personas específicas. El mundo del trabajo remoto es (era) repleto de personas introvertidas, y muchas recomendaciones se basan en esta premisa.
Para los nuevos trabajadores remote esta situación no fue su elección y aparte de cambiar toda la metodología de trabajo, también se les ha quitado el apoyo emocional/social del día a día. Como resultado, internet se está convirtiendo en una oficina diáfana llena de personas extrovertidas intentando socializar – dejando a los introvertidos agotados de tantas llamadas por zoom.
Copiar lo que funcionó para alguien de forma voluntaria y proponerlo como estrategia para alguien en crisis no es una estrategia a largo plazo. Así que te presento una alternativa.